Cuando Aston Martin se puso a la venta hace un tiempo atrás, varios multimillonarios de los que nunca habíamos oído salieron de forma mágica a presentar sus ofertas por la marca. Ahora que Ford está tratando de deshacerse vender dos de sus otras marcas inglesas, Jaguar y Land Rover, parece que la magia se esfumó. El problema parece ser que Jaguar necesita una inversión económica muy grande, mientras que Land Rover carece de todo el encanto de Aston Martin. Aunque no se sabe la cifra oficial que Ford pide por las marcas, según los analistas de Merrill Lynch, esta sería de entre 1.300 y 1.500 millones de dólares, números que han sido motivo suficiente para espantar a los millonarios, a las firmas de inversiones, a Magna International y a otros fabricantes.
De todos modos hay que señalar que Ford ya asumió buena parte de los costos de la debacle financiera de Jaguar, cuando cerró una planta y se hizo cargo del costo de despedir a muchos trabajadores. Algunos incluso esperan que las ventas del próximo XJ ayuden en algo a mejorar los números. Por su parte Land Rover es rentable y tiene muchos nuevos modelos que mantendrán las ventas fuertes en el futuro cercano. No es de extrañar que muchos estén esperando la oportunidad de comprar ambas empresas a un precio ridículo